O cómo hacer que una versión de Windows 7 previamente activada con herramientas de activación ilegales, se convierta en una versión de windows 10 completamente legal. ¿Es lícito obtener e instalar una versión de Windows10 Genuina, partiendo de una de windows7 u 8 activada ilegalmente mediante el uso de Loaders?

     A buen seguro que todos -o casi todos-, sabemos a estas alturas lo fácil que es activar una copia pirata de Windows 7 o Windows 8. En el mercado existen multitud de herramientas, como Windows Loader, Windows 7 Loader by Orbit30, KmsPico (Ojito con ésta), etc. Ya ni siquiera es preciso ajustar parámetro alguno; simplemente le damos al botón «activar», y «voilá», nuestro windows 7 o windows 8 queda activado en un abrir y cerrar de ojos. Como mucho en un reiniciar del sistema operativo. Es más: podemos activar todas las actualizaciones de seguridad -incluida la que en teoría detecta falsificaciones-, y el sistema seguirá diciendo que está activado y que es genuino, mostrando hasta el logo característico.

     Lo cierto es que tras instalar todas las actualizaciones de seguridad que ofrece Windows (bueno, no es preciso instalar todas, pues se puede bajar una aplicación de la página web de Microsoft, que te ayuda a instalar la actualización de Windows 10 sobre la marcha), aparecerá el icono de una ventana en la parte inferior derecha de nuestra pantalla, en la barra de herramientas, junto a la hora y fecha del sistema, que nos invita a actualizar de forma gratuita nuestro actual sistema operativo de Microsoft, a la versión 10. En principio, lo único que tendremos que hacer es pulsar sobre el icono y aceptar la actualización del sistema operativo. Normalmente ésta no se ejecuta de forma inmediata, pues el desarrollador de software nos avisa de que tienen demasiadas peticiones y «que nos toca esperar». Por muchos es sabido que el propio Microsoft utiliza nuestras máquinas como servidores, para repartir la carga de peticiones, de tal forma que cuando Windows 10 está instalado ya en nuestros equipos , éstos sirven de anfitriones -por defecto-, a otros equipos demandantes, ofreciéndoles parte de esta actualización, aún almacenada en los actualizados. pero ese es otro tema.

     Una vez que nos toca el turno, la actualización se instalará en más o menos tiempo, en función de las prestaciones de hardware de nuestra máquina. Esta actualización de versión de windows -como no puede ser de otra manera-, preservará todas nuestras configuraciones de programas, todos nuestros datos y los elementos de nuestro escritorio, como si realmente no hubiera pasado nada, una vez terminada la instalación. Notaremos, eso sí, ciertos cambios en el rediseño de iconos, nuevas imágenes de acceso a nuestra cuenta y, sobre todo, un incremento de la velocidad de arranque del nuevo sistema operativo, bastante notable.

     Pero todo esto que os cuento no es en absoluto nuevo para muchos de vosotros. Hemos migrado sin mayor problema, de un sistema operativo, a otro. Y el cambio habrá sido «muy a mejor», sobre todo si lo hacemos desde el insufrible Windows 8.

     ¿Cuál es, entonces, la pregunta?. Muy sencillo: si hemos actualizado un sistema operativo (aunque sea pirata pero activado, como es nuestro caso), a otro ofrecido de forma gratuita por el fabricante, e instalado con todos sus parabienes, ¿es el nuevo sistema operativo también una copia pirata?. Nos lo ha ofrecido de forma voluntaria el desarrollador, y no hemos tenido que instalar ningún software «activador», para que nos quede activado y reconocido como genuino, de forma automática, por el propio Microsoft. Tan solo hemos instalado algo que muy ¿generosamente? nos ha ofertado el fabricante. Me viene a la memoria «el fallo ¿intencionado?» cometido por Microsoft cuando sacó al mercado el famoso «Windows 2000», a través de una revista informática de tirada mundial, en la que hipotéticamente se distribuía con una licencia para 30 días, pero que -por (dudoso) error-, era totalmente válida y sin límite de tiempo.

     Nosotros ya os hemos contado cómo se puede burlar a Windows e instalar una copia completamente funcional (no como las actualizaciones realizadas desde copias «no genuinas» de Win7 o Win8, que solo serán 100% operativas durante un año), a la última versión de este famoso sistema operativo. Ahora le toca el turno a los juristas, que tendrán que discernir sobre si este procedimiento convierte a Windows10 en un sistema operativo lícito, o no.

José Aurelio García

Auditor y Perito Informático-Perito en Piratería Industrial e Intelectual-Informático Forense

Vp. Asociación Nacional de Ciberseguridad y Pericia Tecnológica – ANCITE

Informático Forense – El Blog de Auditores y Peritos Informáticos

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